JURÍDICO LATAM
Doctrina
Título:Violencia en niñas, niños y adolescentes. Colisión de derechos
Autor:Borthiry, Elena
País:
Argentina
Publicación:Unidad en la Diversidad. Volumen I - Ministerio Público Tutelar
Fecha:15-07-2019 Cita:IJ-DCCXLVIII-828
Índice Voces Citados Relacionados Libros Ultimos Artículos
1. Introducción
2. Roles diversos, objetivos comunes
3. Ponerse en el lugar de los niños
Notas

Violencia en niñas, niños y adolescentes

Colisión de derechos

Dra. Elena Borthiry

1. Introducción [arriba] 

Este trabajo tiene el propósito de plantear algunas ideas y reflexionar acerca de aspectos esenciales del abordaje de conflictos en los que se encuentran involucrados chicos y jóvenes como víctimas o testigos de violencia. Existe normativa muy variada sobre la temática, y que además es de fácil acceso: circulares, resoluciones, recomendaciones, hasta la más actual jurisprudencia y doctrina de la Corte Interamericana de Justicia como del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Muchas veces se dan situaciones de insuficiencia de recursos humanos y materiales en nuestros ámbitos de actuación, que sin duda impactan en la capacidad del sistema judicial de brindar respuestas adecuadas a las necesidades de quienes son sujetos de derechos. Asimismo, existe un crecimiento exponencial de la tarea de los operadores judiciales en todos los departamentos judiciales, especialmente en aquellos con mayor densidad poblacional y mayores demandas. Para ello, también debe optimizarse la tarea con los recursos disponibles.

2. Roles diversos, objetivos comunes [arriba] 

Una problemática de creciente preocupación es la pandemia social del maltrato infantil en el seno familiar.

“La violencia es, en más de un sentido, como el clima: complicada, cambiante, y en cierto sentido, impredecible, pero resulta de causas similares que, en combinaciones variables en distintos tiempo y lugares, la produce. Siguiendo este razonamiento, explicar la violencia implica vislumbrar causas, combinaciones, y contextos.”[1] (Auyero y Berti, 2013, p.27)

Y en esas combinaciones y contextos, como un niño merece un respeto excepcional, debe resonar permanentemente entre todos los operadores que intervenimos en los conflictos donde se encuentran involucrados, niñas, niños y adolescentes, la manda del artículo tercero de la Convención sobre los Derechos del Niño:

Este imperativo adquiere relevancia porque al abordar los conflictos en los que intervienen chicos y jóvenes, generalmente nos que claman su protección, pero es allí donde la norma trae luz para resolverlos, pues las normas de raigambre constitucional deben ser funcionales al mejor interés de los chicos.

Avanzando por este camino de reflexiones, entendimos que las consideraciones expresadas hasta aquí, se encontraban en la senda del principio eminente establecido por la Procuración General, y que fuera establecido como eje estratégico en los lineamientos de gestión 2017: UNIDAD EN LA DIVERSIDAD. TRES ÁREAS, UN MINISTERIO PÚBLICO (el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio Público de la Defensa y el Ministerio Público Tutelar)[2]

Todos los magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires cumplimos distintos roles, pero nuestra pauta de decisión debe orientarse hacia ese eje estratégico.

Entonces ante la diversidad de los roles, ¿qué es lo que nos une?

Entendemos que resulta ser la actuación procurando el mejor interés de los niños, niñas, y adolescentes.

Y de este modo, si a la hora de la aplicación de los distintos principios procesales se presenta un conflicto de intereses, ya la Suprema Corte de Justicia ha establecido como doctrina que:

En este cuidado no debe escaparse la protección a su intimidad, extremando los recaudos para proteger la confidencialidad. Debemos ser muy cuidadosos en la manera que incorporamos información que los involucre en los expedientes, ya sea a través de los informes que provengan de las escuelas, centros de recreación, institutos, servicios zonales y locales, información periodística, pericias, etc. Debe asimismo actuarse manteniendo bajo reserva los informes y los resultados de las entrevistas con los chicos.

3. Ponerse en el lugar de los niños [arriba] 

En muchísimas ocasiones los padres, familiares, amigos, denunciados, procesados, condenados, operadores del sistema de protección, o personas que como parte, o en cualquier otra calidad le es pse acercan a la Asesoría refiriendo que se han enterado , por los profesionales de la escuela, o de las instituciones de recreación, que por ejemplo su hijo, hija, o conviviente, dijo tal o cual cosa.

No debe olvidarse que los chicos vuelven a convivir con adultos, luego de mantener una entrevista, después de una cita ante un juzgado, tribunal, una fiscalía, defensoría, asesoría u oficina pericial

Tampoco tiene que perderse de vista que debemos limitar o prohibir en su caso, siempre en el marco del respeto al derecho a la libertad de expresión, a los medios de comunicación, la difusión y/o divulgación de imágenes o datos de los chicos.

Dicho reparo en el actuar debe ser objeto de consideración permanente, tanto como generar la confianza necesaria para que los chicos puedan sentirse cómodos dentro de lo posible, para que puedan hablar cuando lo desean y se sientan contenidos y escuchados.

Probablemente volviendo a sentir lo que nos molestaba cuando niños, lo que nos daba miedo, vergüenza, nos ofendía, cuando nos sentíamos desleales en un conflicto frente a alguno de nuestros padres, cuando pensábamos que los defraudábamos, podría lograrse la empatía necesaria para el desempeño de quienes son operadores judiciales.

Su intimidad se ve expuesta, -y no es difícil imaginarlo con sólo ponernos en su lugar-. Además, por su condición de vulnerabilidad específica siendo niños, se sienten desnudos, lo que hace aún a la situación más desoladora. Desnudan su alma.

Todo ello requiere capacitación y un trabajo consustanciado con la importancia de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás.

No es necesario pasar por las mismas vivencias para entender mejor a quienes nos rodean sino ser capaces de captar los mensajes verbales y no verbales que la otra persona nos quiere transmitir y hacer que se sienta comprendida de manera única y especial.

¿Cuándo generalmente cometemos errores? cuando se tiende a quitar importancia a lo que preocupa a los niños, cuando escuchamos con prejuicios, cuando no somos capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro. Tenemos que intentar hacer preguntas abiertas, que ayuden a continuar la conversación, y le hagan ver a la otra persona que estamos interesados por lo que nos cuenta, avanzar lentamente en el diálogo, hacerle saber que la estamos atendiendo, no herir con nuestros comentarios, ser respetuosos con sus sentimientos y pensamientos.

El destacado filósofo norteamericano John Rawls[4] sitúa a la justicia en el centro de la reflexión sobre política. La justicia de una sociedad se mide por el destino que reserva a los más desfavorecidos. El desafío entonces es trabajar cada día para lograr un destino mejor para los chicos.

 

 

Notas [arriba] 

[1]Auyero, J., y Berti, M. (2013). La violencia en los márgenes. Una maestra y un sociólogo en el conurbano bonaerense. Buenos Aires: Katz Editores.
[2]Véase. 1° Encuentro del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires, 7 de marzo de 2017 en www.mpba.gov.ar
[3]SCJBA. Ac. 87832 sent. del 28/7/2004.
[4]A Theory of Justice, (1971) Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press. Constituye la obra principal de Rawls en los que presenta los ejes principales de su teoría.