El avance silencioso del grooming
Nicole Elizabeth Terén
Como ya sabemos, el corriente año ha salido de todo parámetro de normalidad por la ya conocida pandemia causada por el COVID-19 que afectó a un nivel macro y mundial, en diferentes áreas, alterando la vida de muchas personas. Un aspecto que tuvo primordial relevancia fue el hecho de la búsqueda de una alternativa al relacionamiento personal diario, a la rutina que nos marcaba día a día, sea en el ámbito laboral, social o educativo. Por ello, la hiper conectividad se convirtió en un aspecto muy importante de nuestras vidas. La internet nos brinda innumerables beneficios, la tecnología en general nos trae soluciones que hace muchos años no existían, pero a la vez encontramos ciertos perjuicios que ocasiona esta red informática con la cual, a veces, debemos tener cuidado.
Una problemática que aumentó drásticamente durante esta pandemia, debido a la conectividad constante que marcó nuestra manera de comunicarnos y desenvolver nuestras actividades diarias, fue el delito de grooming. Los niños, niñas y adolescentes que tienen acceso a una computadora y a una conexión a Internet, debieron usar este medio para reemplazar las clases presenciales y que la enseñanza, tanto primaria como secundaria, pudiera llevarse a cabo a través de la pantalla, a pesar de la cuarentena y por el hecho de tener que permanecer en sus casas. En este marco comenzó a intensificarse (como venía ya sucediendo hace tiempo) el hecho de que personas adultas empleando un perfil falso o usando su propia identidad, llamados “groomers” aprovecharan esta circunstancia para contactarse con menores de edad para lograr el cometido de acosar o abusar sexualmente de ese menor.
Aquí surgió otra pandemia, aquella en la que la cuarentena se convirtió en el escenario ideal para que los groomers y que los casos de grooming crecieran exponencialmente dejando víctimas de este delito a veces sin ningún resguardo.
Los niños, niñas y adolescentes pasan mucho tiempo en las redes sociales o plataformas de juegos y es allí donde se encuentran en peligro de caer en las manos de estas personas que se hacen pasar por alguien de su misma edad, o manifiestan verdaderamente quiénes son o, asimismo, puede haber casos en que el groomer puede ser una persona que los chicos conocen; de esta forma tratan de ganarse la confianza de los menores, manipulándolos y llegando a amenazas.
Esta problemática se acentúa aún más por el hecho de que muchas personas desconocen, tanto menores como adultos, sobre la existencia del grooming y que en muchos casos tienen la posibilidad de denunciar. Pero además es sumamente necesaria la educación sobre este tema que comienza en los hogares, en cada familia, en las escuelas, es primordial fomentar programas de enseñanza en áreas de la informática como así también en educación sexual. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a que no exista ninguna injerencia indebida a su sexualidad o privacidad que pueda afectarlos trayendo consigo daños a veces irreparables, ya que el contacto del adulto con el menor por medio de una red social puede terminar en un encuentro personal llevando a consecuencias trágicas.
Si bien este hecho lamentable tiene cada vez más llegada a la gente a través de organizaciones no gubernamentales, educación en las escuelas o programas impulsados por los gobiernos, no debemos dejar de lado que la falta de conocimiento sobre este problema sigue latente, que muchos niños o niñas no saben cómo proceder ante una situación así que configura el grooming o se sienten solos y que sus padres a veces tampoco saben exactamente qué hacer o cómo actuar. Por lo tanto, es mucho el trabajo que queda por delante, existen muchos adultos que contactan no solo a un menor, sino que tienen muchas víctimas a las cuales acosar o abusar sexualmente.
Es evidente que en algunos países, como es el caso de Argentina, el derecho en relación con la ciencia informática necesita actualizarse, hay conceptos que no se encuentran regulados y con respecto a delitos como el grooming es indispensable que los legisladores y la sociedad en general conozca sobre ciertas materias que afectan, en este caso particular, a niños, niñas y adolescentes, que se encuentran en el camino de formación, por ello la educación es la clave en este asunto.
Se dice que el desconocimiento constituye una especie de complicidad ya que si los gobiernos no impulsan soluciones que apunten a revertir esta situación será muy difícil que la sociedad pueda en su conjunto, conocer cómo evitar que siga avanzando este problema creciente que es el grooming.
Internet, como lo mencioné al principio, posee su lado bueno, con beneficios que pueden aprovecharse positivamente, pero a la vez cuenta con peligros que ponen en riesgo a muchas personas por el uso indebido e ilegal de ciertos sujetos. Por ello el derecho informático es clave en el camino a encontrar el remedio a estos problemas.
Asimismo creo que las escuelas deben seguir el ritmo de los tiempos modernos, implementando nuevas metodologías de enseñanza, amoldándose a las necesidades de los niños, niñas y adolescente de un mundo en donde la tecnología nos atraviesa y forma parte de nuestras vidas; por lo tanto se deberían actualizar los programas de educación formando en materias que actualmente no están presentes y que podrían ayudar a los niños a conocer sobre derecho, informática, sexualidad que son temas que se relacionan con un problema tan preocupante como lo es el grooming o el ciberacoso.
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