JURÍDICO LATAM
Doctrina
Título:Breves reflexiones para un correcto manejo de residuos sólidos en la ciudad de México
Autor:Aldana Carstensen, Juan P. - Toledo Magos, Carlos O.
País:
México
Publicación:Revista Iberoamericana de Derecho Ambiental y Recursos Naturales - Número 22 - Diciembre 2016
Fecha:06-12-2016 Cita:IJ-CCLI-927
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Sumarios

El presente ensayo pretende informar y concientizar al lector acerca de los procesos ideales de recolección y disposición existentes dentro de la legislación mexicana y sus beneficios para la sociedad en materia ambiental para exigir a las autoridades su cumplimiento, así como el diseño de recomendaciones para facilitar el cumplimiento de los objetivos del Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos para el Distrito Federal, especialmente en las áreas de difusión, concientización y participación ciudadana.


Introducción
Antecedentes
Impacto Ambiental
Legislación
El Proceso Actual de Manejo Integral de los Residuos Urbanos
Política Ambiental: Reducción, Reciclaje y Reutilización
Procesamiento Óptimo de Residuos Sólidos Urbanos
La Economía de los Residuos
Actores en el Manejo de los Residuos Sólidos Urbanos
Conciencia y Educación Ambientales
Afectaciones ecológicas en los procesos de producción
Sanciones
Conclusiones y Recomendaciones
Recomendaciones
Bibliografía

Breves reflexiones para un correcto manejo de residuos sólidos en la ciudad de México

P. en Urb. Juan Pablo Aldana Carstensen y
Carlos Octavio Toledo Magos

Coordinado y Supervisado por: Lic. Juan López García
En la Catedra de Derecho Ambiental
Del Dr. Aquilino Vázquez García
FACULTAD DE DERECHO, UNAM.

Introducción [arriba] 

La desinformación acerca de los impactos ambientales causados por las malas prácticas en la recolección y disposición de los residuos sólidos urbanos ha llevado a la nula exigencia de la población de una correcta implementación de las políticas ambientales de coordinación y control en materia de residuos en pos de un medio ambiente sano.

Los residuos sólidos urbanos en Ciudad de Mexico son considerados como basura que se vuelve irrelevante en el momento en el que desaparece de vista y olfato en lugar de un estado de transición hacia elementos valorizados que favorezcan a la sociedad de múltiples maneras directas e indirectas.

Entre los efectos negativos de la forma en que se disponen y recolectan los residuos se encuentran la contaminación del agua, aire y suelo, las enfermedades que éstos causan a los seres vivos, las plagas y la afectación a la infraestructura urbana. En contraste, los efectos positivos vislumbran la producción de empleos, el mejoramiento en la calidad de vida de los pobladores vecinos a los equipamientos formales e informales, la conservación del equilibrio ecológico, el ahorro en materias primas para la producción de bienes, la protección a los recursos naturales como materias primas, mejor calidad del agua, aire y suelo para la ciudad.

Las leyes actuales contemplan un escenario ideal y funcional donde todos sus componentes como la regulación, la vigilancia y la participación, entre otros, actúan de manera correcta y legal mientras que en la realidad los actores que tienen el poder buscan por sus intereses personales antes que por los ambientales. Estas mafias que existen en todos los niveles, desde el barrendero manual que funciona como el recolector de basura indistinta y los pagos voluntarios a los camiones recolectores hasta las herencias de poder como el Zar de la Basura, dificultan la aplicación de las regulaciones.

Se partirá desde las definiciones básicas hasta los mecanismos regulatorios para poder así exigir a los gobiernos locales el cumplimiento de la legislación y su normatividad. La descripción de los procesos será abordada desde las leyes y programas de la Ciudad de Mexico debido a su vanguardia a nivel nacional y latinoamericano. 

Antecedentes [arriba] 

Diariamente en la Ciudad de México se generan cerca de 12,893 toneladas de residuos urbanos (SEDEMA, 2014), un promedio de 1.46 kilogramos diarios por persona, de las cuales 8,099 terminan en disposición final. Esto significa que casi el 63% de los residuos generados en la ciudad se vuelven basura y no se aprovechan. Del total de residuos generados en la CDMX, el 48% son domésticos, un 15% son generados en comercios y otro 15% en servicios. Son estos sectores en los que las políticas se tienen que especializar y difundir porque juntos alcanzan casi el 80% de la totalidad. La gente no solo debe separar su basura en la universidad o en el hospital sino en la casa y en el trabajo porque es ahí donde el cambio se vuelve relevante.

Se estima que en la Ciudad de México, cientos de toneladas diarias de basura son depositadas en tiraderos a cielo abierto, vialidades, barrancas, alcantarillas, etc. A nivel federal, el 87% de la disposición final se lleva a cabo en tiraderos de basura a cielo abierto y solo el 13% dentro de los rellenos sanitarios (INEGI).

Impacto Ambiental [arriba] 

La importancia de los impactos ambientales asociados con los residuos sólidos urbanos depende de las condiciones particulares de la localización, geomorfología, y demás características de los medios físicos, bióticos y antrópico, así como las características de los materiales desechados. De una manera general el manejo de los RSU pueden producir impactos en cortos y largos plazos sobre las aguas, el aire, la flora y la fauna, tales como, la contaminación de los recursos hídricos, contaminación atmosférica, contaminación del suelo, amenazas a la flora y la fauna, amenazas a la salud de la población y mal funcionamiento de la infraestructura urbana los cuales resultan daños ecológicos difusos y colectivos porque no se saben ni las consecuencias ni los actores involucrados cuando estos residuos terminan en la vía pública y no llegan hasta los rellenos sanitarios que, de todas maneras, tampoco enfrentan verdaderamente el problema: la nula conciencia ecológica y el consumo desmedido. Mientras ciudades de países desarrollados aplican ya políticas de basura cero, aquí apenas se comienza a leer el término enfoque basura cero dentro del Programa.

Legislación [arriba] 

En México los residuos se clasifican en tres tipos de acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, promulgada en 2003 durante el gobierno de Vicente Fox Quesada: Los residuos peligrosos, los residuos sólidos urbanos y los residuos de manejo especial. La clasificación permite orientar la toma de decisiones basada en criterios de riesgo y de manejo de los mismos con el fin de diseñar la concurrencia de los diferentes niveles de gobierno y sus competencias.

En la Ciudad de México, sin embargo, de acuerdo con la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, también promulgada en 2003, los residuos se clasifican en: Residuos urbanos y residuos de manejo especial, los cuales a su vez tienen subclasificaciones. Con respecto a los residuos peligrosos antes descritos en la Ley General, la Ciudad de México delega las responsabilidades al Gobierno Federal. A continuación se describe la clasificación de los residuos sólidos:

Residuos Peligrosos: Son aquellos que poseen alguna característica tal como corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, radioactividad, o que contengan agentes infecciosos que les confieran peligrosidad, así como envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados cuando fueron transferidos a otro sitio. Su manejo y vigilancia, como antes mencionado, corresponde a las autoridades federales.

Residuos de Manejo Especial: Son aquellos generados en los procesos productivos que no reúnen las características para ser considerados como peligrosos o como residuos sólidos urbanos o que son producidos por grandes generadores de residuos sólidos urbanos. Su manejo es competencia de las autoridades estatales.  

Residuos Sólidos Urbanos: Los generados en las casas habitación que resultan de la eliminación de los materiales que utilizan en sus actividades domésticas, de los productos que consumen y de sus envases, embalajes o empaques; los residuos que provienen de cualquier actividad dentro de establecimientos o en la vía pública que genere residuos con características domiciliarias, y los resultantes de la limpieza de las vías y lugares públicos, siempre que no sean considerados por la Ley de la materia como otra índole. Su manejo es competencia de la autoridad municipal o delegacional.

Para fines de este ensayo se hará́ un enfoque en los residuos urbanos dentro de la Ciudad de México. Estos residuos, entre las muchas características, clasificaciones y composiciones que existen, pueden clasificarse de modo general como residuos orgánicos e inorgánicos. Los residuos orgánicos son todos aquellos cuyo componente principal es el carbono y provienen de materia viva tanto vegetal como animal y están representados principalmente por residuos alimenticios, de parques y jardines, rastros y mercados, industriales de alimentos, etc. Los residuos inorgánicos son la materia inerte proveniente del material no vivo que incluye la mayoría de los residuos reciclables como metales, plásticos, cierto tipo de telas, vidrio, madera, papel, etc. Además unen las características de no ser biodegradables o de muy difícil composición por lo que conserva su forma y propiedades pudiéndose utilizar como materia prima en diferentes industrias y posteriormente son reintegrados al ciclo de consumo.   

Adicionales a los antes mencionados, en los entornos urbanos se generan residuos de manejo especial tales como pilas y baterías, equipos de comunicación, restos de pinturas, aceites, grasas, balastros, residuos de servicio de salud (hospitales, clínicas, laboratorios), neumáticos y residuos tecnológicos, entre otros, los cuales requieren de un manejo diferente al de las anteriores y donde el gobierno de la CDMX hace campañas para recolectarlos las cuales serán descritas posteriormente.

El Proceso Actual de Manejo Integral de los Residuos Urbanos [arriba] 

Una vez que se termina la vida útil de un producto, se desecha. La forma de desecharlo es depositándolo en un contenedor que posteriormente será vaciado por un recolector. Es este el primer paso para el correcto manejo de los residuos: La separación. En México actualmente solo existe una separación de RSU para la CDMX: residuos orgánicos y residuos inorgánicos. Esta división, si bien es un avance en materia de su disposición, no es suficiente ni eficiente, ya que entonces se necesita de terceros (pepenadores y camiones de recolección) para hacer la segunda separación, la de los inorgánicos. (si es que se realizó la primera)

La correcta separación debe ser desde la primera disposición, es decir, el consumidor final debe ser el encargado de separar la basura de acuerdo a criterios establecidos dentro del derecho ambiental internacional basados en los materiales de los mismos. La generación de residuos sólidos no debe terminar en orgánicos e inorgánicos sino entre reciclables (metal, papel, cartón, madera, plástico, vidrio, tela), no reciclables, orgánicos y de manejo especial. Esto con el fin de agilizar el proceso de tratamiento y la no contaminación de los residuos. 

Después de la separación continúa la deficiente operación del servicio de recolección en la CDMX ya sea en términos de cobertura: falta de cobertura en zonas de difícil acceso, déficit de unidades recolectoras; en términos de modo: a campana, con contenedores; o en términos de manejo de los residuos: no hay diferencia entre orgánicos e inorgánicos, el camión las junta, etc. han orillado a la gente a tomar medidas alternativas a las establecidas, es decir, disponer de sus residuos en tiraderos clandestinos, sobre la vialidad, no separar la basura debido a que dentro del camión de recolección se verán mezclados, darle la basura al barrendero, entre otros intentos de soluciones. Esto a lo largo del tiempo ha provocado una desconfianza y un desinterés en el tema de separación de residuos que ahora justifica su ignorancia y su no realización.

Una vez que se han recolectado y pepenado rápidamente los residuos dentro del camión, éstos son llevados a una de las 12 estaciones transferencia donde se dividirán y serán enviados a plantas de composta, a plantas de selección, a la industria cementera y a sitios de disposición final en el Estado de México y en Morelos.

Política Ambiental: Reducción, Reciclaje y Reutilización [arriba] 

La política ambiental en materia de residuos se construyó sobre las tres erres.

La reducción se basa en evitar el consumo de elementos desechables que puedan ser considerados innecesarios o efímeros con el objetivo de no disponer de ellos una vez que hayan terminado con su vida útil. Tal es el caso de envases de cristal, envases de plástico, telas, entre otros. El reciclaje implica la transformación de un residuo en un elemento o materia diferente al que era por medio de diferentes procesos. Y la reutilización de elementos consiste en dar una segunda vida a cualquier elemento que haya terminado su vida útil que sea capaz de tener otro modo de utilización. Tal es el caso de contenedores fabricados con plástico, prendas de ropa, madera, empaques de alimentos, entre otros.  

En el ámbito doméstico, principalmente, solo pueden minimizarse los residuos si la población modifica sus comportamientos de consumo (renuncia a embalajes superfluos, a envases sin retorno, artículos descartables, etc.), y se logra motivar a la industria a reducir la puesta en circulación de envases (menor cantidad de material de embalaje, envases retornables, etc.). En este contexto el estado puede intervenir mediante prohibiciones o impuestos.

Para minimizar la cantidad de RSU en el sector industrial, lo más razonable es siempre evitar en lo posible, o por lo menos reducir, en el sitio de la generación de residuos, especialmente mediante adopción de nuevos procesos de producción en circuito. No obstante, las correspondientes estrategias de prevención no siempre son fáciles de realizar, especialmente en razón de las posibilidades legales y prácticas de su ejecución y de las posibilidades técnicas y económicas de la empresa.  

Procesamiento Óptimo de Residuos Sólidos Urbanos [arriba] 

La disposición de residuos sólidos comprende la recolección, el transporte, el tratamiento, el almacenamiento, la disposición y el aprovechamiento de los residuos sólidos. La prevención y reducción de residuos sólidos no forman parte de la disposición de residuos sólidos. Por el contrario, constituyen otra parte de la gestión de residuos. La gestión de residuos sólidos comprende la suma de todas las medidas para la prevención y reducción, así como la disposición ordenada y ecológicamente compatible de residuos sólidos de todo tipo, es decir, peligrosos, de manejo especial y urbanos.

Las etapas de disposición pueden abarcar tanto residuos sólidos domésticos como industriales. No es absolutamente necesario cumplir rigurosamente con todas estas etapas, ni en este orden. Muchas veces una combinación adecuada de algunas de ellas puede resultar más apropiada desde el punto de vista técnico.

El transporte de los residuos sólidos en vehículos de recolección comprende generalmente ­ además de la recolección en hogares ­ los procesos para su descarga en estaciones de transbordo, plantas de tratamiento y vertederos. El transporte en vehículos especiales tiene por objeto el traslado de los residuos sólidos de las estaciones de transbordo a las instalaciones respectivas. En todos los casos se tendrá́ debidamente en cuenta que la distancia entre la zona de recolección y las instalaciones de disposición no sea excesiva, exigiendo donde resulte conveniente la disponibilidad de estaciones de transbordo.  

En el tratamiento de residuos sólidos se aplican especialmente los procesos biológicos, procesos aeróbicos (Fase líquida ­ventilación y en fase sólida ­ transformación en composta) y los procesos anaeróbicos (producción de biogás, procesos químicos ­ reducción, neutralización, oxidación, precipitación y procesos físicos ­ decantación, deshidratación, ultrafiltrado, desemulsión).

El almacenamiento provisional de residuos sólidos puede tener importancia cuando los residuos deben guardarse por un tiempo en instalaciones locales porque no pueden pasar inmediatamente a una etapa de aprovechamiento, tratamiento o deposicion, por razones económicas o técnicas.

La deposición de residuos sólidos es un método de eliminación final ordenada en vertederos, con la condición de que se realice de acuerdo con los conocimientos técnicos actuales (impermeabilización de la base, tratamiento del agua de filtración, disposición y aprovechamiento de los gases de vertedero, etc.). La deposición de los residuos sólidos representa en cierto sentido la estacion final de cualquier vía de disposición, con independencia de su estructura tecnológica detallada.

El aprovechamiento de residuos sólidos comprende todos los procedimientos o métodos para la recuperación y/o utilización de sustancias útiles de los residuos. Los procedimientos más importantes de aprovechamiento de residuos sólidos son: reciclaje de material, ventilación en fase líquida (transformación en composta y producción de biogás), incineración (energía del calor irradiado) y utilización agrícola de lodo de depuración. 

La Economía de los Residuos [arriba] 

El considerar a los residuos sólidos urbanos como bienes con potencial económico es la clave para su aprovechamiento. El valorizar los residuos para el aprovechamiento como insumos en nuevas actividades económicas propicia que no sean desperdiciados, reducen la necesidad de materia prima y benefician al medio ambiente. Gracias a los avances tecnológicos las plantas de tratamiento pueden funcionar como empresas rentables que promuevan un bien común, la conservación ambiental y la reducción de la contaminación. Estas plantas de tratamiento pueden ser estatales o privadas y transformar los RSU en bienes que pueden reintegrarse al ciclo económico. En el Distrito Federal existen esquemas de retorno, aprovechamiento y reciclaje. Entre los residuos que se recuperan son el aceite lubricante automotriz usado, los envases de los mismos, los cartuchos de tóner, las pilas, los teléfonos celulares, los neumáticos y el aceite vegetal. Estos son reintegrados al mercado y se evita llevarlos a una disposición final en vertederos, si no que entran al ciclo de producción nuevamente como productos de menor calidad o con otros fines. 

Actores en el Manejo de los Residuos Sólidos Urbanos [arriba] 

La estrategia a seguir para alcanzar un manejo adecuado de los residuos sólidos urbanos en la CDMX; implica la participación tanto de gobierno, la industria, el comercio, como de la sociedad en general, los cuales además deben de conta con información confiable y actualizada que les permita conocer las alternativas y opciones disponibles para reducir el impacto de los residuos sobre el medio ambiente. Dentro de este último aspecto, las autoridades municipales son las más indicadas para elaborar un marco general de información o diagnóstico con el cual se reconozca o defina, los problemas relacionados y desde las generación hasta la disposición final de los residuos sólidos urbanos, dando las pautas a seguir para la correcta planeación de las acciones, entre los agentes involucrados en la prestación del servicio de limpia.

Los actores principales en el tema del manejo de los residuos sólidos urbanos son los promotores (organizaciones no gubernamentales, instituciones educativas, medios de comunicación), la administración pública (gobierno municipal y gobierno central), el sector privado (empresas de reciclaje, consultoras) y la sociedad civil (recicladores, organizaciones sociales de base, comunidades locales).

En cuanto a la administración pública como actor principal en el manejo de los RSU, de acuerdo con el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos los municipios tienen a su cargo otorgar los servicios de limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; éste mismo artículo menciona que los municipios podrán coordinarse y asociarse para lograr la prestación más eficaz de los servicios público, trantándose de la asociación intermunicipal (municipio-municipio) del mismo, dos o más Estados e igual podrán celebrar convenios con el Estado para que este último se haga cargo de forma temporal de algunos servicios, o bien se presten coordinadamente por el Estado y el propio municipio.

En el caso de la Ciudad de México de conformidad con la LGEEPA, corresponden al Gobierno del Distrito Federal, en materia de preservación del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, las facultades de regulación de los sistemas de recolección, transporte, almacenamiento, manejo, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos e industriales que no estén considerados como peligrosos de acuerdo con el artículo 137 de la misma Ley.

Conciencia y Educación Ambientales [arriba] 

El cuidado ambiental es una preocupación global, parte de ello es la emisión de los gases de efecto invernadero, en este aspecto la categoría de residuos ocupa el segundo puesto en la contribución en emisiones de metano a la atmósfera, lo que representa 16% de las emisiones a nivel nacional debido a las actividades de disposición final de estos, de ahí la importancia del fomento de la cultura del reciclaje y disminución en la generación de residuos sólidos.

En el Distrito Federal existen programas que contribuyen a concienciar a la población acerca de los problemas generados por la mala disposición de los residuos sólidos urbanos y algunas soluciones para mitigar estos problemas,, entre ellos el Mercado de Trueque Escolar, el Reciclatrón, la campaña “Sin moño y sin bolsita, por favor”. Estos esfuerzos son parte de una política ambiental del tipo de Información y participación que complementan en el eje de prevención de la contaminación de las políticas públicas encaminadas a la protección del ambiente 

Afectaciones ecológicas en los procesos de producción [arriba] 

La producción, el transporte y la comercialización de elementos de consumo requieren de grandes volúmenes de recursos naturales y de un alto consumo energético e hídrico. Esto, a su vez, genera contaminación ambiental que podría ser reducida en gran medida en caso de aplicar cualquier mecanismo de los antes mencionados.

En la mayoría de los casos, los elementos de uso diario son proclives al fácil desecho, por lo tanto tienen una vida útil increíblemente reducida absoluta y relativamente, ya que su utilización puede ser de unos minutos y su tiempo de reincorporación al medio de decenios. Es decir, pasan más tiempo integrándose al medio que el tiempo en el cual fueron utilizados. Los RSU durante este proceso de integración contaminan el medio ambiente y amenazan a los seres vivos ya que son susceptibles a procesos químicos generados por la intemperización como la corrosión, la oxidación, entre otros.

Deber ser promovida la sustitución de materiales empleados como insumos que generan RSU por materiales que generen una menor, o nula, cantidad de los mismos. Del mismo modo, una forma de mitigar el impacto ambiental es por medio de la sustitución de tecnologías por otras que generen menos residuos. Por ejemplo, dentro de las empresas la eficientización de procesos industriales que disminuyan la cantidad de desperdicios a causa de una mala operación mecánica o humana.

Las tres situaciones descritas anteriormente nos dejan decir que la problemática ambiental surge como una crisis de la civilización, la cual cuestiona la racionalidad económica y tecnológica dominante. Además el afán por el crecimiento económico y el desarrollo científico ­ tecnico traen consigo graves problemas de polución y degradación del medio, crisis de los recursos naturales, energéticos, de alimentos, etc. Con esto se costa la necesidad de orientar los procesos productivos y tecnológicos hacia una sustentabilidad en su funcionamiento, teniendo en cuenta esto para todo tipo de actividad, tanto económica como científica ­ técnica.

El hecho que se imponga el consumismo ­ en particular en consumo de bienes y servicios intensivos en energía y materiales ­ no implica que no exista una alternativa mejor incluso para gran parte de los que hoy disfrutan de un elevado consumo. Una estrategia hacia una sociedad más igualitaria, que fomente más el consumo de servicios públicos en relación al consumo privado, que cambien los precios relativos gravando las técnicas y bienes intensivos en recursos naturales y que se oriente a la reducción del tiempo de trabajo mercantil puede al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de la mayoría de la población y reducir la presión ambiental. 

Sanciones [arriba] 

Actualmente dentro del derecho mexicano, y a diferencia de varias economías emergentes, sí existen mecanismos legales especializados en el marco de los residuos sólidos, los cuales contemplan los tres niveles de gobierno y a los diferentes sectores sociales y productivos. A pesar de contar con estos avanzados mecanismos, las expectativas planeadas se ven anuladas durante la ejecución debido a la falta de coordinación y a la desinformación.

Los residuos sólidos deberán ser manejados conforme a lo dispuesto en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en su Programa y en su Reglamento y en las normas oficiales mexicanas. Estos mecanismos fueron diseñados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. El Programa de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral establece las políticas ambientales dentro del marco de RSU. Está basado en los principios de reducción, reutilización y reciclado de los residuos. El Reglamento de la LGPGIR dicta la forma en que deben realizarse los manejos de residuos sólidos, la promoción de la participación de productores, generadores, importadores y demás actores sociales en la minimización de la generación de residuos.

Las dos Normas Oficiales Mexicanas en materia de RSU dictan lo siguiente: NOM­083­SEMARNAT ­ 2003. Establece especificaciones de protección ambiental para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos municipales.

NOM­161.SEMARNAT­2011. Establece que los criterios para clasificar a los Residuos de Manejo Especial y determinar cuáles están sujetos a Plan de Manejo.

De acuerdo con el Reglamento, la Secretaría (SEMARNAT), por medio de la Procuraduría, llevará a cabo los actos de inspección y vigilancia así como también establecerá las medidas de seguridad, correctivas o de urgente aplicación incluidas las sanciones correspondientes en caso de cualquier violación a la Ley.

Es importante conocer qué se entiende por la gestión integral de residuos, para lo que se dice que es un conjunto articulado e interrelacionado de acciones normativa, operativas, financieras, de planeación, administrativas, sociales, educativas, de monitoreo, supervisión y evaluación, para el manejo de residuos, desde su generación hasta la disposición final, a fin de lograr beneficios ambientales, la optimización económica de su manejo y su aceptación social, respondiendo a las necesidades y circunstancias de cada localidad o region.

Para esta gestión integral hemos mencionado que la concientización y por lo tanto la participación social es fundamental. En la ley está establecido que el gobierno federal, los gobiernos de las entidades federativas y los municipios, en la esfera de su competencia, promoverán la participación de todos los sectores de la sociedad en la prevención de la generación, la valorización y gestión integral de residuos.

Conclusiones y Recomendaciones [arriba] 

Actualmente a nivel nacional se busca transformar el existente manejo tradicional de los residuos sólidos urbanos por un modelo que involucre la modernización administrativa y de operación de los sistemas de recolección, tratamiento y disposición final. 

En la CDMX, la política ambiental en el marco de residuos sólidos se enfoca en la prevención y minimización de generación de estos por medio de acciones que permitan en primer lugar, disminuir la cantidad de residuos existentes en cada etapa de manejo: generación, almacenamiento, recolección, tratamiento y disposición.   

La Ley actual es una ley de vanguardia a nivel latinoamericano ya que se encuentra desagregada de leyes más generales, para el caso mexicano sería la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, por lo que se beneficia por su autonomía al contar con sus propios mecanismos, regulaciones y todos los elementos necesarios para una correcta disposición de residuos sólidos a nivel nacional, sin embargo, la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, la desinformación y la corrupción violan estos esfuerzos y los resultados no son los esperados. 

Recomendaciones [arriba] 

● Fomentar una cultura de separación de residuos sólidos desde los hogares que no se queden únicamente en orgánico e inorgánico, sino que se divida con los criterios antes establecidos.   

● Mejorar la calidad y la cobertura del servicio de recolección de residuos para prevenir la aparición de tiraderos clandestinos.

● Cobrar importes retornables adicionales a productos como envases de PET y latas de aluminio para fomentar su correcta disposición.

● Implementar campañas de conocimiento y sanciones con respecto a la separación incorrecta de RSU.

● Prohibición de la producción de elementos incapaces de reintegrarse al medio ambiente tales como el poliestireno expandible.

● Aplicar multas a la publicidad que genere grandes cantidades de residuos.

● Anteponer el uso de recursos electrónicos para evitar el consumo indiscriminado de papel.

● Instalación de botes de basura en espacios públicos de relevancia.

● En el diseño urbano deberían de establecerse lineamientos que faciliten la recolección de los RSU, asi como contenedores comunales para evitar la recolección de casa en casa.

● Fomentar una estrecha relación entre los lugares de creación de compostaje y lodo, y las zonas agrícolas donde puede ser utilizado.

● En las plantas de producción de combustibles o energía que se generan a partir de RSU, deberá establecerse una cercanía relativa y de fácil acceso para los grandes consumidores de combustible, como el de transporte público o de carga.  

 

Bibliografía [arriba] 

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2. Reglamento Interior de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [en línea]. Diario Oficial de la Federación, México DF, México, 24 de agosto del 2009. Disponible en:  

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9. INEGI (2012). Manual del módulo ambiental de Residuos sólidos urbanos en el censo nacional de gobierno 2011 para municipios y delegaciones [en línea]. Censo Nacional de Gobierno 2011: Gobiernos Municipales y Delegaciones. México. Disponible en:



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