Del formulario en papel a la atención virtual

De la atención en persona a una nada

Los abogados continúan reclamando por trabajar y también reclaman por el sector hoy más vulnerable los adultos mayores

Cecilia Colombo

Sin dudas el 2020 fue un cimbronazo global; nos vimos obligados a utilizar todos las herramientas tecnológicas y más. El ejercicio de la profesión para el abogado en el año 2020 fue un camino de mucho aprendizaje nadie lo puede negar; y hacerse amigo del pdf, jpg, comprimir textos y subir documentos en forma virtual también lo fue; y también tuvimos que desarrollar grandes astucias al momento de navegar por ciertas páginas; sin dudas para los abogados previsionalistas poder conseguir un turno en la página de Anses, utilizar la famosa AV (atención virtual), subir documentos a través de esta fue uno de los mayores desafíos.

Durante el mes de febrero hubo varios reclamos de parte de los abogados; algunos Colegios de Matriculados han apoyado y difundido esta situación mientras que otros han hecho oídos sordos.

La realidad de esta situación es que pareciera ser que la Administración intenta impedir el ejercicio profesional de los abogados con el simple fin de lograr que las personas acudan a realizar trámites sin contar con la debida representación profesional que respalde y proteja sus derechos en la compulsa o inicio de expedientes administrativos. Resaltando que lo más difícil sigue siendo la obtención de un turno para el tramite presencial, obtener poderes para representar a quienes necesitan y así poder luego gestionar el acceso a su jubilación o pensión; es necesario que se amplíen la cantidad de turnos y que se habilite la atención presencial en las UDAIS toda vez que hay situaciones que no pueden resolverse por la atención virtual.

La atención virtual no resulta muchas veces ser la mejor opción como canal para presentar o resolver consultas o reclamos, otras de las grandes dificultades que se presentan son la trabas que se dan en las operaciones por esta vía toda vez que no que, en tanta demora, el afiliado pierde muchas veces su retroactivo desde cuando podría haber dado inicio a su trámite.

Esta situación no solo perjudica en el ejercicio de la profesión, sino que directamente afecta al ciudadano que se encuentra en derecho para obtener su beneficio. Los derechos de los más vulnerables que es el sector pasivo de la sociedad, y que no solo se trata de personas de sesenta y tantos años en víspera de obtener un beneficio, sino también de aquellos a quienes les corresponde un reajuste de su beneficio, o en los caso que suspendieron el pago y ahora necesita que se lo rehabiliten; más aún pero el de aquellos que necesitan acceder a un retiro por invalidez que es uno de los trámites que más demoras ha tenido en el 2020 fueron porque las comisiones médicas no estuvieron activas durante varios meses.

Llevamos ya 1 año entre medidas de ASPO y DISPO; si bien de aquellos primeros meses en los que el acceso era nulo (en el mes de Junio se habilitó a iniciar algunos beneficios en forma virtual y en Julio empezaron a dar turnos para iniciar en forma presencial) a estos tiempos fueron mejorando pero lo que no es menos cierto es que aún sigue siendo dificultoso poder ingresar un trámite.

Muchas veces para obtener un turno o una pronta respuesta los profesionales se ven obligados a ir por la vía del AMPARO.

Debemos resaltar que en el medio de pandemia y en plena cuarenta (con ASPO) fueron la ADAP y la AABA quienes llevaron y aun lo hacen un AMPARO contra la ANSES ante el fuero de la Seguridad Social, en el cual se han denunciado todas las trabas para el ejercicio de la profesión en este último año.

Fue la misma ANSES quien estableció que el trabajo en el sistema de seguridad social es esencial; el sector etario de adultos mayores que se encuentran jubilados están en un gran riesgo económico ya sea por lo dificultoso del sistema en no poder acceder a la prestación, así como en la demora para el pago de las sentencias judiciales de los juicios que en su mayoría llevan entre 5 y 10 años (entre la sentencia firme y el plazo para que den cumplimiento y la ejecución de sentencia).