JURÍDICO LATAM
Doctrina
Título:El Abogado Litigante y el Abogado Mediador
Autor:Grispo, Matilde B.
País:
Argentina
Publicación:Revista de Negociación, Mediación, Conciliación y Métodos RAD - Número 10 - Abril 2017
Fecha:06-04-2017 Cita:IJ-CCLXIV-62
Voces Relacionados Ultimos Artículos

El Abogado Litigante y el Abogado Mediador

Dra. Matilde Beatriz Grispo*

Para comenzar a referirme al abogado litigante y al abogado mediador, debo señalar primero que la elección de la carrera de abogacía implicaba e implica litigar, es decir, un abogado litigante es justamente un profesional del derecho, un especialista que ante un conflicto o pleito es el que se dedica a defender a unas de las partes que se encuentra involucrada en el proceso judicial como consecuencia del conflicto o litigio. Así ha sido durante años y así sigue siendo.

Podríamos agregar que, además de defender o representar a una de las partes en el proceso judicial, es el que puede brindar asesoría jurídica. Y, decimos litigante porque es el adjetivo que más nos acerca a quien entabla un pleito o una disputa.

Para poder llevar a cabo su profesión el Abogado Litigante debe conocer las leyes, la doctrina y la jurisprudencia, es decir conocer todo lo que sea necesario para permitirle ejercer la defensa acabadamente ante un Juez o ante un tribunal, y demostrar claramente su posición ante la parte que representa o defiende y por ende, constituyen estos conocimientos el fundamento de su trabajo.

Con la implementación en nuestro país del instituto de la mediación, comienza a formarse a los abogados que quieran ser parte del mismo. En este nuevo instituto, ya el pleitear no es tema del abogado mediador, por el contrario el abogado mediador debe generar en las partes en conflicto, la suficiente tranquilidad para lograr el diálogo o la escucha en cada uno de ellos.

Por lo tanto la formación de abogado es diferente, no se busca escalar el conflicto sino que el mismo sea tratado para que no aumente.

Para ello, el abogado debe cambiar conductas pero sobre todo la forma de pensar. Entender e internalizar que puede lograrse más y mejor si el conflicto es manejado de tal forma que no escale haciendo innecesario el pleitear.

Esta práctica cambia la forma de pensar, de vivir, la forma de conducirse en el día-día, es más, suele ocurrir que ejerciendo la profesión se desea lograr acuerdos y no que el problema lo lleve a pleitear ante la justicia. Se convierte en un modo de vida.

Es importante señalar, que el abogado mediador cumple un papel diferente al abogado litigante, es un tercero que no decide, que no juzga que no arbitra. Su papel como mediador es el de conciliar, de acercar posturas, de facilitar arreglos entre las partes, de ser un componedor.

Este nuevo rol del abogado -abogado mediador- ha recibido muchas críticas, algunos de ellas fundamentan su postura en sostener que ser mediador va contra la razón de ser del ejercicio de la abogacía. Sostienen que el abogado no puede ser neutral sino que tiene que ser parcial necesariamente porque debe defender a una de las partes

La realidad del mundo de hoy nos muestra, que esta visión de quienes critican la labor del abogado mediador es bastante cerrada y pierde la verdadera necesidad que hoy la sociedad exige, procurar que los conflictos no escalen, tratar de vivir en paz y evitar generar conflictos que, se pueden solucionar sin ir a la Justicia.

Por ello, es muy importante resaltar que no todo abogado puede ser abogado mediador en el sentido que ello implica, un cambio cultural en el ejercicio de la profesión que muchas veces también lleva a un cambio de perspectiva de la vida.

 

 

* Matilde Beatriz Grispo, abogada, mediadora, docente universitaria. Especialización en docencia universitaria. Especialista en Criminología y Magíster en políticas publicas.